Las restricciones, el eterno problema

Hay algo que tradicionalmente ha martirizado a los transportistas durante sus rutas: desconocer el calendario de restricciones para sus vehículos y el horario en el que pueden circular en carreteras europeas. Un inconveniente, reclamado una y otra vez ante las autoridades, pero que todavía sigue sin solución.

Cada año, las direcciones generales de tráfico de los estados europeos, restringen la circulación de los vehículos pesados y de mercancías peligrosas en sus carreteras. Sin embargo, y aunque los días festivos no difieren mucho entre ellos, no existe un marco común a la hora de establecer horarios y criterios respecto a las mencionadas restricciones. Este hecho supone, a menudo, un inconveniente para los profesionales del sector del transporte que ven en estas restricciones una limitación para conseguir sus objetivos de negocio.

En este sentido, las asociaciones y organizaciones que velan por los intereses económicos, sociales o por la seguridad de los miembros del sector, consideran que estas medidas suponen una limitación a la consecución de sus objetivos basados en la reducción de los gastos y el aumento de los ingresos. Así lo expresa Eugeni Mañes, secretario general de la asociación Transcalit, cuando afirma que, incluso, “hay tráficos que te impiden las vueltas, lo que es una complicación más y una limitación de la facturación y los ingresos”. Mañes considera que, además, “el transporte de mercancías por carretera no goza de muy buena prensa en la actualidad porque todo el mundo habla del ferrocarril y las contaminaciones sin pensar que es el único modo flexible y eficaz que el cliente contrata al ser el más útil y rápido”. Al hilo de lo anterior señala que “los países siguen haciendo sus políticas sin tener en cuenta el transporte de mercancías por carretera es el que se usa en el noventa y pico por ciento de los tráficos pero siempre se anteponen seguridad y contaminación…y al final siempre pagan los mismos”. Una de las medidas apropiadas para Mañes sería “establecer corredores libres para que estos tráficos no se vean afectados por las restricciones y realizar una coordinación, no solo con los estados de la Comunidad Europea, también con las propias comunidades autónomas del estado español”. El secretario general de Transcalit afirma que desde su organización, junto a otras del sector, se viene trabajando en establecer acciones conjuntas para negociar con instituciones y administración pública pero lamenta que “cada país, en función de sus necesidades, va estableciendo criterios que ellos consideran necesarios para administrar el tráfico”.

Evaristo Magaña, presidente de la asociación ASTAC Condal, mantiene una opinión similar a la de Mañes en lo referente a que, en término principal, los grandes perjudicados son los transportistas porque “tienen preferencia el ocio, el turismo y todo el mundo, de forma que se adapta para que cuando llegan vacaciones o días libres, se priorice el turismo y se penalice el transporte”. Magaña indica que esto supone un problema para un sector que es “muy débil”, tanto a nivel nacional como comunitario en parlamentos e instituciones, que se traduce en un gasto “difícil de concretar” porque supone, en total,  veinte días de restricciones y, junto a los días de vacaciones, “es casi un mes y medio que tú has de pagarle a tus conductores que no trabajan”. Respecto a las medidas necesarias para solventar el problema, Magaña considera que “debido a la movilidad de las mercaderías, se debería armonizar unos días festivos determinados (un calendario europeo) como se hace en todos los sectores”. Respecto a las acciones realizadas para poner remedio a este inconveniente, asevera que su organización está presente en la Generalitat, concretamente, en “una comisión para hacer un seguimiento de cómo ha ido el año, para saber qué problemas ha habido durante todo el año…son comisiones consultivas pero, al final, los que deciden son ellos…nosotros vamos utilizando los datos y vamos peleando para, de alguna u otra manera, ir reduciendo en la medida de lo posible los días de restricciones”.

En definitiva, resulta más que evidente la existencia de un malestar en el sector del transporte respecto a la organización del calendario de circulación. Esto ha de sentar la base de una futura acción conjunta de todos los agentes con el fin de reclamar el establecimiento de un listado unificado de criterios y horarios que tenga como objetivo el máximo beneficio para todos los implicados en esta problemática, tanto chóferes, transportistas como también los conductores de turismos y otros vehículos presentes en carretera.

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