Las carreteras son lugar de encuentro de todo tipo de vehículos, turismos, motocicletas y vehículos pesados, pero también de bicicletas y sus usuarios, los ciclistas. Deportistas que, simplemente, disfrutan de su tiempo libre practicando una de sus aficiones o, también, profesionales de uno de los deportes más duros que existen y que tienen que salir todos los días para prepararse antes de la competición.
No obstante, tanto unos como otros, son objeto de accidentes por la peligrosidad de las vías en las que circulan. Si bien, según los datos ofrecidos por la DGT relativos al pasado año 2016, 10 ciclistas menos (que en 2015) fallecieron en nuestras carreteras, aunque la cifra todavía es relativamente alta, 33 en total. Por eso queremos utilizar esta efemérides para concienciar sobre la importancia de cohabitar respetuosamente las carreteras.
Con motivo del Día de la Bicicleta que se celebra cada 19 de abril, hemos querido conocer mejor la percepción por parte del entorno ciclista a través de alguien que desarrolla su actividad profesional en él. En este caso, José Miguel Fernández, director deportivo del equipo profesional Team Caja Rural responde a nuestras preguntas:
-¿Cómo es la interacción que existe entre el ciclista y los vehículos presentes en la carretera durante el entrenamiento de un equipo profesional?
Tanto en un entrenamiento en equipo como durante un entrenamiento individual, la interacción con los vehículos es, cuanto menos, complicada. Entrenamos con el tráfico abierto y debemos ser conscientes en todo momento de los riesgos que podemos encontrarnos en la carretera cada día.
– En relación a la seguridad de la carretera, ¿cuál es el nivel de concienciación que tienen los conductores respecto al uso compartido de la carretera con los ciclistas en España?
En la carretera nos podemos encontrar de todo… hay muchos conductores completamente respetuosos y concienciados con nuestra vulnerabilidad, por suerte, creo que son la gran mayoría de los conductores. Pero lamentablemente también nos encontramos con conductores que piensan que no tenemos ningún derecho a utiliza la vía pública y que lo único que hacemos es molestar.
No solo podemos hablar de conductores irrespetuosos sin mirar también nuestro propio ombligo y observar la triste realidad en la que muchos ciclistas no respetan en absoluto el código de circulación. Nosotros mismos que reclamamos ese respeto y atención, debemos ser los primeros en predicar con el ejemplo.
– ¿Cuál es el nivel de concienciación que se puede percibir en las carreteras de todo el mundo? ¿Tiene alguna recomendación para mejorar esta situación?
Lo cierto es que si notamos diferencias según el país en el que nos encontremos. Incluso dentro de nuestro propio país podemos encontrar grandes diferencias según la zona en la que nos encontremos. Podríamos decir que este hecho se produce en función de la afición de la población de una zona determinada por nuestro deporte, pero lo cierto es que pocos hay tan fanáticos del ciclismo como los tifosi italianos, por ejemplo, y lamentablemente las carreteras italianas no son las más seguras. Creo que se trata más de una cuestión de civismo.
La única recomendación que se puede hacer sobre este asunto es simple y llanamente RESPETO. Todos tenemos nuestro espacio en la vía y todo iría mejor si simplemente respetamos ese 1,5 m sobre ese ciclista que estamos adelantando o si nos detenemos en ese stop o semáforo en rojo cuando vamos en bicicleta.
Todos los años tenemos que lamentar multitud de atropellos a ciclistas, algunos de ellos con terribles consecuencias. La mayoría son provocados por irresponsables conductores que, o bien superan la tasa de alcohol en sangre, la velocidad permitida en esa vía u otras infracciones diferentes. A pesar de todo ello, insisto en hacer un llamamiento de atención a nuestro colectivo y que veamos la realidad de que algunos de esos accidentes los provoca el propio ciclista. La piel es nuestra carrocería y la chapa y pintura es cuanto menos dolorosa.
– ¿De qué manera los vehículos pesados pueden ayudar a un equipo profesional de ciclismo en relación al apoyo en su actividad? ¿Cuántos kilómetros hacen anualmente?
Los vehículos pesados son el pilar de la asistencia en un equipo ciclista profesional. En ellos transportamos todo el material que utilizamos en las diferentes competiciones, así como la comida y bebida, convirtiéndose en verdaderos talleres y cocinas ambulantes. También son como un segundo hogar durante las carreras en los que nos desplazamos desde los hoteles hasta las competiciones cada día. Los ciclistas pueden cambiarse y asearse de una forma más que cómoda.
Estos vehículos pueden hacer una media de unos 60.000 km al año.
– ¿Cuál es el tipo de vehículo pesado que lleváis para el apoyo logístico en vuestra actividad de traslado, entrenamiento y en las carreras?
Siempre solemos utilizar dos vehículos pesados en nuestras competiciones. Autobús y camión, además de varios turismos.
Los autobuses, que por fuera se ven como un autobús de pasajeros como en los que todos hemos viajado alguna vez, se transforma por dentro en auténticas viviendas. Se le instalan unos asientos más amplios y cómodos; se instala también un mueble cocina al que se le añaden nevera, lavadora, grifo de agua…; duchas y un baño; además de sillones, televisiones… Todo lo necesario para que los corredores puedan estar lo más cómodos posible antes y después de las etapas.
En los camiones, donde transportamos todo el material, se carrozan de la siguiente manera: Se divide por una lado la zona de carga o taller utilizada por los mecánicos con todo lo necesario para la limpieza, reparación y puesta a punto de las bicicletas, situada siempre en la parte trasera del camión. Por otro lado la parte delantera se destina al trabajo de los masajistas, montando unas cocinas como las que todos tenemos en nuestros hogares. De esta manera los masajistas tienen todo lo necesario para preparar todo el avituallamiento de los corredores y limpieza de ropa.