Las mujeres con cargos directivos en Wtransnet dan su opinión sobre la situación de la mujer en puestos de responsabilidad en las empresas y en el sector del transporte en particular.
Que se ha producido un avance en cuanto a la posición de la mujer en la dirección en las empresas es un hecho innegable. Wtransnet es un ejemplo claro de esta situación donde ellas ocupan el 50 % de los cargos de responsabilidad sobre una plantilla en la que el 75 % son mujeres. Las directivas coinciden en la realidad del avance, aunque como señala Joana Gotés, human resources director: “Creo que en España aún nos falta mucho para llegar al nivel de paridad de otros países europeos” y añade: “En muchas multinacionales cuando una mujer accede a un puesto directivo se le complica mucho a la hora de conciliar su carrera profesional con su vida personal y, ni que decir tiene, con la maternidad”. Anna Esteve, co-founder e international sales manager, también mantiene una opinión similar: “Creo que se ha avanzado muchísimo y que cada vez más se están valorando las personas por sus aptitudes para los puestos de trabajo y no por su condición de hombre o mujer.” Algo similar piensa Marga Vancells, tech lab director, cuando afirma: “[…] Hasta que no lleguemos a un punto en el que los puestos directivos, y cualquier puesto de trabajo en general, se mida por las capacidades que tenga la persona independientemente de si es hombre o mujer no habremos llegado a la igualdad”.
En referencia a la conciliación entre vida y familia, todas lo tienen claro: la mujer sigue recibiendo la peor parte. Conchi Mateo, CFO, lo expresa así: “[…] A veces va en detrimento de nuestra salud, las parejas masculinas deberían concienciarse e implicarse más en las tareas familiares”. Preguntada por las responsabilidades familiares, Cristina Vecchio, international customer service director, afirma: “[…] Siguen pesando en su mayoría en los hombros de las mujeres. Esto supone una carga considerable de esfuerzo y bastantes sacrificios personales, pero también nos abre un mundo de posibilidades y satisfacciones que animan a emprender estos retos”. Anna Esteve, no está de acuerdo en hablar de sacrificios personales y mantiene: “Creo que se trata simplemente de organización a nivel familiar […] Un compromiso por parte de ambos genitores puede hacer que ninguno de los dos deba realizar sacrificios profesionales”. Al hilo de esto, Carme Grau, co-founder de Wtransnet, indica: “En mi entorno veo una gran evolución en positivo, sin embargo, a nivel mundial es deprimente ver como en muchos países no hay cambios y en otros, los cambios son para retroceder”, y añade: “¡Las mujeres no podemos bajar la guardia!”
La tradición masculina del sector del transporte es otro de los factores que, visto desde fuera, puede suponer un condicionante para las mujeres que se desempeñan en este sector. Sin embargo, las directivas de Wtransnet quitan hierro al asunto y expresan su disconformidad con este parecer. Así, Anna Esteve asegura: “No creo que sea machista, sino que obviamente es un sector más masculino, principalmente en el tema conductores. Pero fuera de éstos, el trabajo en oficinas, departamentos de tráfico y puestos directivos pueden admitir tanto mujeres como hombres” y, agrega: “[…] No me siento tratada distinta por ser mujer cuando estoy en reuniones con otros directivos. Y cada vez más encuentro directivas en puestos de responsabilidad“. Por su parte, Silvia Arroyo, customer service director, sostiene: “No creo que el sector de transporte sea machista […] Creo que estamos en una sociedad que todavía necesita madurar y avanzar más en políticas de igualdad de la mujer”. Y continúa: “Nunca me han condicionado negativamente el ser mujer y trabajar para el sector de transporte”.
Según lo recogido anteriormente, la percepción femenina desde dentro del sector sobre la posición de la mujer en puestos de responsabilidad es relativamente optimista. Ahora los esfuerzos han de centrarse en no frenar ese proceso de avance que se está produciendo, así como promover la creación de oportunidades que sean iguales para hombres y mujeres. También debe existir una verdadera y efectiva idea que apueste definitivamente por la carga compartida de las responsabilidades familiares a fin de evitar que algunas mujeres continúen realizando sacrificios personales.