En una época lejana, cuando apenas había puentes, existía el oficio de porteador, que se encargaba de transportar a la gente de una orilla a otra en los ríos. Un día, nuestro porteador tuvo que llevar a un niño al otro lado. Durante la travesía, el río creció y el niño comenzó a ser muy pesado, tanto que el porteador a duras penas pudo cruzarlo con él.
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Cuando llegaron, el niño le dijo, “No solo has tenido en tus hombros el peso del mundo, sino al hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu rey, a quien tú has servido en este oficio«. Y desde ese momento fue conocido como «portador de Cristo» y finalmente como San Cristóbal.
En España ha sido el patrón de los arrieros, luego de los camioneros y actualmente lo es de todos los conductores. Representa a una especie “ángel de la guarda” que aconseja prudencia a todos los que se ponen delante de un volante.
Así que, celebremos este día con todos los camioneros y camioneras que conducen muchas horas su camión para realizar ese trabajo tan importante en nuestra sociedad, el transporte de mercancías.