Desgranamos, paso a paso, un transporte internacional de mercancías bajo temperatura controlada

Hoy viajamos al sureste de España, a Almería, una provincia conocida por su actividad agrícola intensiva que le ha llevado a ganarse el sobrenombre, junto a otras regiones colindantes, de “la huerta de Europa”.

En torno a los campos de cultivo e invernaderos, encontramos un sinfín de empresas especializadas en transporte de mercancías perecederas bajo temperatura controlada. Solo en el Buscador de Asociados de Wtransnet, encontramos cerca de 200 empresas almerienses que hacen transporte frigorífico en cualquiera de sus modalidades (frigo-lona, frigo con carne colgada, frigorífico con termógrafo, de doble piso o doble temperatura).

Según datos de FEPEX, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas, en 2015 la exportación hortofrutícola española ascendió a 11,9 millones de euros, siendo el principal mercado de destino Europa. Alemania, Francia y Reino Unido encabezan la lista de principales importadores de frutas y hortalizas españolas.

¿Cómo se lleva a cabo un transporte de estas características?

Asomamos la nariz al departamento de tráfico de Grupo Masher, en Cuevas de Almanzora (Almería). Es viernes y son la 12 del mediodía. Un cliente habitual les llama para confirmar la carga de un camión con destino Inglaterra, informando sobre los almacenes donde se tiene que producir la carga y la temperatura a la que tienen que ir los pallets. A partir de ese momento se pone en marcha todo el protocolo de actuación para que el camión pueda salir en ruta esa misma noche.

En primer lugar, se le atribuye el viaje a un conductor y a un camión, se informa al cliente de la matrícula y se avisa al chófer para que pueda prepararse para el viaje que dará comienzo, si todo va bien, esa misma noche.

La orden de carga especifica los puntos de recogida de la mercancía, que se compone de 26 pallets, un total de 20.000 kg de tomates, pepinos, pimientos y berenjenas. El conductor que se ocupa de la carga, termómetro en mano, tendrá que asegurarse de que todos se mantienen dentro del rango de temperatura informado por el cliente antes de dar por cargado el semirremolque.

En el momento de la carga se registra la temperatura en un documento y durante el viaje un termógrafo ayudará a controlar que no se producen variaciones, siendo responsabilidad del chófer ir anotándola en la hoja de registro a lo largo del viaje.

El camión está completo y listo para partir destino Enfield (Inglaterra). El chófer efectivo del viaje se ocupará, antes de iniciar la ruta, de comprobar una vez más que todos los sistemas de seguridad están funcionando correctamente.

Para que todo el transporte transcurra con las máximas garantías, Grup Masher usa un sistema GPS que permite localizar el camión en tiempo real, además de controlar las horas de conducción y la temperatura de la carga en todo momento. El conductor también dispone de esta información en la tablet que lleva instalada en el camión. Desde la oficina, además, se definen alertas de temperatura para que, si hubiera fluctuaciones, salte un aviso y el conductor pueda intervenir en la incidencia.
El conflicto migratorio de Calais

Dentro de la planificación de esta ruta por parte del departamento de tráfico, se tienen en cuenta los periodos de conducción que contempla la ley además de las áreas de descanso donde es recomendable hacer las pausas obligatorias y los descansos. Llegaremos a Inglaterra a través del Eurotunnel, con la ruta de Calais-Folkestone.

“Casi todos los transportistas que realizan esta ruta saben que Rouen es la última parada segura antes de llegar al Eurotunnel, ya que a partir de ese punto existe un conflicto migratorio donde es habitual que emigrantes clandestinos se infiltren en los remolques para cruzar a Reino Unido”, nos comenta Claudia Osorio, responsable del departamento de Tráfico de Grupo Masher.

A pesar de los conflictos que a diario tienen lugar en Calais, Grupo Masher sigue su actividad en Inglaterra con normalidad. Desde que los medios de comunicación se hicieran eco de la problemática, nos dice Claudia que la situación se ha calmado y que tanto Francia como Reino Unido han intensificado la presencia policial. De todos modos, ellos no se la juegan y, además de formar a sus conductores para prevenir la entrada de emigrantes clandestinos en los remolques, llevan a cabo un protocolo en los que el chófer registra manualmente en una ficha de seguimiento todas las paradas y comprobaciones que hace hasta llegar al tren del Eurotunnel. Una vez allí, se presenta voluntariamente a los controles de la policía para que tanto el chófer como la mercancía lleguen con seguridad a su destino.

La búsqueda de retornos para reducir los quilómetros en vacío

Tras la descarga y los descansos pertinentes, dará comienzo el viaje de retorno, no sin antes volver a cargar el camión ésta vez con destino a España.  El proceso de búsqueda de carga de retorno empieza desde que el camión sale de Almería: “El departamento de tráfico se encarga de buscarlo  a través de la Bolsa de Cargas de Wtransnet. En muchas ocasiones, los retornos se contratan con clientes habituales, intentando que la carga sea desde el mismo país donde se ha descargado previamente. En caso de no encontrar carga de retorno en Inglaterra, se buscan opciones en Francia o Bélgica”, nos aclara Claudia.

El camión llega a la base y, tras su limpieza y acondicionamiento, todo se vuelve a poner en marcha. En el transporte nunca se baja el telón, no existe el fundido a negro o los títulos de crédito: siempre hay que estar atentos porque el próximo viaje no debería tardar mucho en llegar.