Todo lo que hay que saber sobre la carta de porte

La carta de porte nacional, o carta de porte CMR, es un documento de control administrativo y gestión que utilizan las flotas de transporte y cuya emisión es responsabilidad de la empresa que organiza el envío. En ella se recogen las condiciones del contrato de transporte firmado por ambas partes, además de delimitar la responsabilidad en un transporte de carga.

El primer factor que hay que tener en consideración es que la carta de porte es un documento declarativo, por lo que su existencia (o no), no influye en las condiciones pactadas en un contrato de transporte. Aun así, sí que hay ocasiones en las que disponer de una carta de porte es un requisito ineludible. Por ejemplo, la Ley 16/1987, de 30 de julio, establece que todos los transportes de mercancías peligrosas deben llevar una carta de porte a bordo sin excepción. Su incumplimiento les expone a sanciones que van de 801 a 18.000 euros. 

De hecho, la inexistencia de este documento podría constituir una causa de disolución del contrato de transporte si así lo exige la otra parte. 

En esta línea, el artículo 350 del Código de Comercio establece que tanto el remitente como el transportista pueden exigir mutuamente la extensión de la carta de porte, aunque no se especifica quién será el encargado de hacerlo. 

Por otro lado, cuando la carga se distribuye entre varios vehículos, tanto el cargador como el transportista pueden exigir que se emita una carta de porte para cada vehículo. Asimismo, cuando el contrato de transporte incluya varios envíos, la parte contratante podrá exigir una carta de porte distinta para cada envío.  

Antes de continuar, conviene dejar claro que se habla de carta de porte nacional cuando el tránsito se realiza dentro de España, y de carta de porte internacional cuando el origen o destino del envío está fuera de las fronteras de este país. La diferencia entre ambos documentos radica en que la normativa aplicable para el transporte de mercancías dentro o fuera del territorio nacional no es la misma, ya que existen diferentes derechos y obligaciones para las partes implicadas en el envío. 

H2 Carta de porte: Qué debe contener y cómo hacer uso de ella 

La carta de porte debe constar de tres ejemplares: el original que se entrega al remitente, el segundo que acompaña a la mercancía y el tercero que conservará el transportista. Este último puede llevarla consigo tanto en papel como en formato electrónico, una opción cada vez más extendida con el avance de la digitalización y que trataremos más adelante. 

El documento, en definitiva, incluye: 

  • Identificación del cargador y del transportista. 
  • Identificación del destinatario. 
  • Identificación (en su caso) de la persona a cuya orden se ha dirigido el envío (si es diferente de la declarada en la carta de porte). 
  • Lugar, fecha y hora de entrega del envío al transportista. 
  • Tipo de embalaje utilizado. 
  • Lugar y hora de entrega del envío acordados con el destinatario. 
  • Identificación del envío: número de bultos, peso, calidad genérica y marcas externas. 
  • Coste del servicio de transporte. 
  • Precio: si el transporte está valorado en más de 150 euros es obligatorio especificar cuál es el precio del transporte por parte del expedidor original. 

Sobre la cumplimentación de la carta de porte, la Ley fue modificada en agosto de 2022 y, en la actualidad, que el transportista no tiene que asumir la responsabilidad de todo lo que se indica en la carta, sólo de haber actuado como transportista y de llevar el documento consigo durante el viaje. 

La digitalización llega el transporte con la eCMR 

Además de la tradicional CMR en papel, desde 2017 está disponible la eCMR, su equivalente digital en formato digital. Su uso implica la adhesión al Convenio CMR, el cual ya está ratificado por 25 países europeos, entre ellos Alemania, Francia, Italia o España, así como países extracomunitarios como Turquía. El e-CMR se puso en marcha oficialmente en enero de 2017 con el primer paso fronterizo en el que se utilizaron cartas de porte electrónicas entre España y Francia. 

Con esta opción, el transportista puede “olvidarse” del riesgo de que el papel se pierda o deteriore, y en su lugar hay un archivo digital que puede ser consultado en tiempo real por todos aquellos que participan en un envío (cargador, transportista y/o destinatario). Para integrar el e-CMR en una empresa, hay que hacerlo a través de una API integrada en la base de datos. Cuando ya está disponible se envía un pedido que aparece automáticamente en el e-CMR. Así, el transportista recibe toda la información en tiempo real en un dispositivo de su elección, mientras que el destinatario puede realizar el seguimiento de su envío a través de la integración de la API con la plataforma web. 

Según indica la IRU, el CMR electrónico tiene varias ventajas como:

  • Los costes de gestión pueden ser hasta tres o cuatro veces menores 
  • Administración más rápida al reducirse la entrada de datos, no tener que manejar papel, no tener que intercambiar faxes/escáneres/carta, no tener que archivar papel, etc. 
  • Reducción de las discrepancias de entrega y recepción 
  • Mayor transparencia 
  • Precisión de los datos 
  • Control y seguimiento del envío 
  • Acceso en tiempo real a la información y a las pruebas de recogida y entrega 

Eso sí, sea en papel o en tu teléfono móvil, te aconsejamos que siempre trabajes con cartas de porte para evitar sustos innecesarios. 

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